“La idea principal era poder utilizar las superficies que ya existen en nuestro entorno. Por ello, la palma de nuestra mano es perfecta ya que siempre podemos utilizarla como superficie para proyectar la información que nos interesa”, explica Christian Winkler, responsable del proyecto.
Un sensor especial ayuda al proyector para que la imagen sea nítida. Además, gracias a este sensor, los usuarios podrán cambiar de superficie sin que el proyector tenga que volver a adaptarse. El sensor reconoce también los gestos con los que el usuario puede controlar la proyección y ahora están trabajando para reducir el tamaño del proyector.
Aquí un vídeo acerca de tan innovadora noticia
Por: Yaqueline Chavarría
No hay comentarios:
Publicar un comentario