La deficiencia de vitamina D está asociada a un riesgo
significativamente mayor en gente de la tercera edad de desarrollar la
enfermedad de Alzheimer y otras dolencias cerebrales comparables, según un
nuevo estudio que ha sido calificado como el más robusto de su tipo que se haya
realizado hasta hoy.
El cuerpo humano obtiene vitamina D a partir de algunos alimentos (pescado graso o azul incluyendo salmón, atún y caballa, así como leche, huevos y queso), ciertos suplementos dietéticos y la exposición de la piel a la luz solar.
El equipo internacional encabezado por el Dr. David Llewellyn, de la Escuela Médica de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, encontró que los sujetos de estudio que tenían una deficiencia severa de vitamina D eran más del doble de propensos a desarrollar enfermedad de Alzheimer u otras demencias que suelen estar asociadas al envejecimiento. Concretamente, descubrieron que el riesgo de desarrollar demencia de cualquier tipo en los sujetos de estudio era un 53 por ciento mayor en los que tenían deficiencia moderada de vitamina D, y un 125 por ciento mayor en los que tenían deficiencia severa.
Se registraron resultados similares para la enfermedad de Alzheimer,
siendo los de deficiencia moderada un 69 por ciento más propensos a desarrollar
este tipo de demencia, y un 122 por ciento más propensos los de deficiencia
severa.
Por : María Huamán Tito